Cómo está haciendo Rusia para hackear las elecciones en Alemania con guerra psicológica o PYSOP

El gobierno de Alemania, a través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, ha impuesto una queja contra las autoridades rusas debido a un presunto intento de robar información confidencial perteneciente a sus legisladores como parte de una potencial campaña de desinformación previa a las próximas elecciones.

Andrea Sasse, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, señaló que un grupo de hacking identificado como Ghostwriter desplegó una “sofisticada combinación de ciberataques convencionales con operaciones de desinformación e inferencia en la opinión pública”, actividades que los hackers han desplegado en territorio alemán durante un tiempo no determinado.

Sasse agrega que los actores de amenazas han estad empleando emails de phishing para acceder a información confidencial relacionada con los legisladores alemanes a nivel local y federal, buscando tomar el control de sus cuentas email y robar su identidad: “Estos ataques podrían ser la antesala de una campaña de desinformación relacionada con las elecciones legislativas”, agrega la representante.

Por otra parte, en el mensaje del gobierno alemán no se dejan dudas sobre la autoría de estos ataques: “Tenemos información confiable para atribuir esta campaña a los actores de amenazas del gobierno ruso, específicamente a su servicio de inteligencia militar.” El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania solicitó al gobierno de Rusia poner fin a esta operación, pues consideran que el intervencionismo solo fomenta el desgaste en las relaciones entre ambos países. 

Este no es el único reporte similar publicado recientemente. A mediados de julio, el jefe de la agencia de inteligencia nacional de Alemania dijo que su equipo detectó actividad relacionada con una campaña de phishing contra algunos legisladores, aunque afirmó que estos intentos resultaron poco exitosos.

Esta polémica entre ambas naciones se da en un contexto complejo, ya que durante los últimos meses la compañía de medios de comunicación RT, financiada por el gobierno ruso, se ha dedicado a realizar fuertes críticas contra el gobierno alemán, especialmente por temas como migración y restricciones por la pandemia.

Poco después, la canciller Angela Merkel negó durante una visita a Moscú que su gobierno hubiera ejercido presión política para bloquear la solicitud de la estación de una licencia de transmisión regular, una medida que algunos países del mundo ya han tomado.

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