Un individuo será encarcelado dos años por operar plataforma no regulada de intercambio de Bitcoin

Un individuo de 22 años ha sido arrestado y condenado a dos años de prisión por operar una plataforma de intercambio de criptomoneda sin registro ante el Departamento del Tesoro en E.U., reportan especialistas en ciberseguridad del Instituto Internacional de Seguridad Cibernética (IICS).

Jacob Burrel, ciudadano estadounidense radicado en México, reconoció que no tomó ninguna medida contra el lavado de dinero para la operación de la plataforma, además de que no se tomaba el tiempo de comprobar la información de los clientes de su plataforma de criptomoneda; el acusado se encuentra bajo arraigo desde agosto de 2018.

Aunque Burrell no ha sido acusado de cometer delitos como robo o estafa, el hecho de operar una plataforma de intercambio de criptomoneda sin ningún permiso fue suficiente para ser sentenciado a dos años de cárcel. Acorde a los especialistas en ciberseguridad, Burrell anunciaba sus servicios en la plataforma localbitcoins.com, enfocada en la comunidad de las criptomonedas, y recurría al uso de aplicaciones de mensajería cifrada, como Telegram, para tratar con sus clientes. 

El acusado habría vendido bitcoins un 5% por encima del tipo de cambio establecido y aceptaba pagos en efectivo, lo que llamaba la atención de personas involucradas con el lavado de dinero.

Durante el juicio, Burrell mencionó que comenzó como cliente de una plataforma de intercambio regulada, aunque su cuenta fue cerrada después de que múltiples transacciones fueran identificadas como sospechosas. El acusado optó por usar Bitfinex, plataforma de intercambio en Hong Kong (también bajo investigación policial) hasta que decidió lanzar su propia plataforma en 2016. Durante ese periodo, Burrell, en complicidad con otro individuo (dedicado al comercio de metales preciosos), realizaron operaciones con valor cercano al millón de dólares.

Acorde a los especialistas en ciberseguridad, Burrell garantizaba anonimato a sus clientes al realizar operaciones financieras no reguladas, lo que habría favorecido a las organizaciones criminales que requerían limpiar sus ingresos.