Este Nintendo Game Boy de $20,000 puede hackear y robar cualquier Mitsubishi Outlander sin llave en un minuto. Herramienta cibercriminal nunca antes vista

Las autoridades de la ciudad británica West Yorkshire anunciaron el arresto de tres individuos acusados de emplear un sofisticado dispositivo capaz de engañar a los sistemas de seguridad de algunos modelos de autos sin llave, lo que les permitió robar más de 30 autos Mitsubishi Outlander entre mayo y julio de este año.

Durante sus crímenes, este grupo empleó un dispositivo disfrazado como una consola Game Boy para enviar una señal a los autos sin llave, haciendo creer al sistema afectado que se está usando el dispositivo de apertura legítimo.

Dylan Armer, Thomas Poulson y Christopher Bowes fueron arrestados este 20 de julio después de robar un automóvil de la entrada de la casa en Scholes. Las grabaciones de una cámara de seguridad permitieron comprobar que los acusados colocaban este falso Game Boy para abrir y encender el auto, marchándose como si fueran los dueños.

Acorde a la detective Vicky Vessey, del Equipo de Delitos del Distrito de Leeds, los tres individuos se involucraron en el robo de decenas de autos, generando decenas de miles de dólares en pérdidas para las víctimas.

Especialistas en ciberseguridad mencionan que esta clase de dispositivos pueden encontrarse por más de $20,000 USD en el mercado negro y permiten comprometer una gran variedad de modelos de auto sin llave en cuestión de segundos. Por si fuera poco, las autoridades británicas reconocen un incremento considerable en el reporte de esta clase de incidentes, con muy pocos autos recuperados después del robo.

En los videos recuperados por las autoridades puede verse a los acusados rondando la zona del robo y manipulando uno de los autos robados. Además, durante su arresto las autoridades incautaron un smartphone que almacenaba algunos videos con una especie de tutorial para el uso de este Game Boy de hacking.   

Si bien Armer y Poulson se declararon culpables de los cargos presentados en su contra, Bowes asegura que él solamente se encargaba de conducir un vehículo empleado por el grupo durante sus ataques. Los tres individuos están a la espera de conocer sus sentencias, que podrían llegar hasta los 33 meses en prisión, libertad condicional y el pago de multas equivalentes a las pérdidas generadas en los robos.

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