El hacker que engañó a cientos de autores para robar sus obras antes de su publicación al fin es arrestado

El Departamento de Justicia de E.U. (DOJ) anunció el arresto de un individuo italiano presuntamente involucrado en un esquema fraudulento que permitió a sus operadores obtener de forma ilegítima cientos de manuscritos antes de su publicación oficial. Fillippo Bernardini, de 29 años, es un ex empleado de la editorial Simon & Schuster que se habría hecho pasar por diversos miembros y actores en la industria editorial con el fin de acceder a esta información confidencial.

Los documentos de la corte sostienen que Bernardini cometió fraude de identidad para contactar a algunos autores a través de medios electrónicos, buscando que entregaran material inédito y obtener beneficios de esta práctica. Por otra parte, un reporte del Buró Federal de Investigaciones (FBI) señala que el acusado se aprovechó de sus conocimientos y contactos en la industria para engañar a múltiples objetivos.

En 2016, Bernardini habría creado diversas cuentas email vinculadas a más de 160 dominios supuestamente pertenecientes a agencias de talento literario, editoriales y agencias de exploración literaria. Estos dominios web fueron intencionalmente creados de forma muy similar a la de plataformas legítimas en la industria, solo perceptibles por los usuarios con conocimientos en ciberseguridad.

Con esta infraestructura fraudulenta, el acusado pudo hacerse pasar por representantes, inversores, reclutadores y otros actores del proceso editorial, accediendo así a copias de los manuscritos de cientos de escritores buscando una compañía interesada en publicar su obra. Entre los autores afectados por esta campaña de fraude electrónico destacan nombres conocidos como ​Margaret Atwood, Sally Rooney y Ethan Hawke

Además, el acusado envió decenas de emails de phishing contra los empleados de una firma de exploración literaria, con lo que obtuvo acceso a algunas credenciales para acceder a las bases de datos de la firma, obteniendo reportes detallados sobre sus actividades, niveles de ventas y planes a futuro.

En caso de ser hallado culpable, el acusado enfrentará hasta 20 años de prisión por fraude electrónico, más 2 años por robo de identidad agravado.

El DOJ concluyó su mensaje señalando que muchos de los escritos robados por el acusado estaban a punto de ser publicados, por lo que podrían haber dañado severamente los intereses económicos de los autores y editoriales involucradas, por lo que la interrupción de esta operación fraudulenta debería ser benéfica para los artistas y compañías responsables de edición y publicación de toda clase de literatura.

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