Este hacker de 21 años estuvo detrás del ataque masivo a T-Mobile, que expuso datos de 50 millones de personas

Un reciente reporte señala que John Erin Binns, ciudadano estadounidense radicado en Turquía, reconoció ser el principal responsable del incidente de ciberseguridad que afectó a T-Mobile, derivando en la filtración de más de 50 millones de registros confidenciales. Esto parece confirmar la hipótesis de Alon Gal, cofundador de la firma de ciberseguridad Hudson Rock.

Hace unas semanas, el investigador compartió algunos tweets afirmando que la intención del perpetrador de este ataque era tomar represalias contra el gobierno de E.U. debido al secuestro y posterior tortura que sufrió en 2019: “Nuestra intención era simplemente dañar la infraestructura crítica estadounidense”, aseguraba el presunto hacker.

Binns, de apenas 21 años de edad, brindó una entrevista para Wall Street Journal (WSJ), durante la cual se atribuyó la autoría del ataque, asegurando que toda la operación fue desplegada desde su hogar en Izmir, Turquía, donde vive desde 2018. El padre de Binns, ya fallecido, era estadounidense, mientras que su madre es de origen turco.

Empleando Telegram, plataforma de mensajería instantánea enfocada en la privacidad, Binns proporcionó a su entrevistador pruebas para demostrar que en realidad fue él quien desplegó el ataque contra el gigante de las telecomunicaciones. Al parecer, Binns obtuvo acceso a las redes de la compañía a través de un enrutador vulnerable.

El joven hacker mencionó haber estado buscando fallas de seguridad en T-Mobile a través de sus direcciones de Internet, obteniendo acceso a un centro de datos en Washington desde donde pudo acceder a más de 100 servidores vulnerables. Apenas unos días después, Binns había logrado acceder y robar millones de archivos confidenciales: “Su seguridad es muy mala, por lo que incluso fue un reto lograr ser detectado y hacer todo el alboroto posible al respecto”, afirma el atacante.

A pesar de la revelación de estos detalles, el atacante decidió no confirmar si la información comprometida fue vendida a un tercero o si alguien más pagó por el despliegue del ataque. Al respecto, el reporte de WSJ señala que la compañía afectada recibió un reporte de una firma de seguridad, donde se especificaba que la información comprometida estaba siendo vendida en algunos foros de dark web.

En todo momento Binns se dijo molesto con la forma en que fue tratado por las autoridades de E.U. Hace un año, el hacker presentó una demanda contra el Buró Federal de Investigaciones (FBI), el Departamento de Justicia (DOJ) y la Agencia Central de Inteligencia (CIA), afirmando que las agencias lo acusaban erróneamente de participar en múltiples esquemas criminales, incluyendo la operación de la botnet Satori.

La demanda señala que Binns también fue torturado y vigilado bajo sospecha de pertenecer al grupo terrorista Estado Islámico. El joven hacker negó en todo momento tales acusaciones, mencionando que fue raptado y llevado a instituciones mentales en Alemania y Turquía como parte del acoso que sufrió: “No tengo razones para mentir, espero que alguien al interior de las agencias de inteligencia me pueda ayudar”, agrega.

Aunque T-Mobile no ha declarado nada sobre las acciones de Binns, hace unos días la compañía confirmó la exposición de datos, mencionando que el incidente expuso detalles de sus clientes como nombres completos, números telefónicos, fechas de nacimiento, números de seguridad social y otros datos confidenciales. Como parte de su protocolo de atención a incidentes de seguridad, la compañía ofrecerá a los clientes afectados una suscripción gratuita a un servicio de protección contra el robo de identidad y otras variantes de fraude.

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