El CEO de una empresa de tecnología hackeó y espió a sus competidores

Acorde a especialistas en protección de datos, el espionaje corporativo se está convirtiendo en una práctica demasiado frecuente y que además ha evolucionado con la inclusión de nuevas tecnologías. En esta ocasión, el CEO de una compañía tecnológica con sede actual en San Francisco, E.U., ha sido acusado de cuatro cargos de intrusión ilegal en un equipo de cómputo protegido.   

Jonathan Manzi, de 28 años, se entregó a la justicia hace algunas semanas y, aunque por ahora se encuentra libre, aún enfrenta un caso judicial presentado en el Tribunal de Distrito de E.U.

Los expertos en protección de datos mencionan que Manzi fue acusado de acceder a la cuenta de Google de un individuo, así como a la cuenta de Dropbox de Wepa Inc., principal competidor de la compañía de Manzi, con el propósito de obtener información útil para superar a su competidor en ganancias. Se estima que el valor de la información obtenida ronda los 5 mil dólares.

Manzi es CEO de Ink Labs Inc, que produce los kioskos de impresión usados en algunas universidades y en la compañía tecnológica Beyond Protocol. Después de que la Universidad de Nebraska-Lincoln decidiera no renovar su contrato con Ink Labs, Wepa se adjudicó dichos contratos, lo que habría originado esta campaña de espionaje corporativo. 

En caso de ser hallado culpable, Manzi podría recibir una condena de hasta 5 años en prisión, además de una multa de hasta 250 mil dólares. Por otra parte, la defensa de Manzi, liderada por el abogado John Berry, declaró: “El señor Manzi se ha declarado inocente. Sostiene que no ha cometido delito alguno y por ahora aguarda el día de su juicio”.

Aunque la compañía se había trasladado a Lincoln hace un par de años, después de lo que el CEO llamó un “intento hostil de adquisición por parte de algunos inversionistas”, la compañía regresó a operar a San Francisco.

Este no es el caso de espionaje corporativo más reciente conocido. Acorde a especialistas en protección de datos del Instituto Internacional de Seguridad Cibernética (IICS) reportaron hace unas semanas un caso de espionaje que involucra a dos prestigiosas compañías financieras. El caso ya ha traído consecuencias indeseables, como el suicidio de uno de los supuestos operadores de la campaña de espionaje y la renuncia de al menos dos funcionarios de alto rango.