Usuarios deben elegir entre usar smart speaker o su privacidad

Aunque simplifican algunas labores, usar esta clase de dispositivos puede traer inconvenientes

Sí, los smart speakers (altavoces inteligentes) siempre están escuchando. Acorde a expertos en seguridad en redes del Instituto Internacional de Seguridad Cibernética, estos dispositivos podrían tratarse del más grande intento de vigilancia corporativa que haya existido; con el uso de estas herramientas las empresas tecnológicas encontraron la manera ideal de adentrarse en su hogar.

Un smart speaker es una interfaz de voz conectada a Internet pensada principalmente para su uso doméstico. En casa, los usuarios recurren al smart speaker para la reproducción de música, búsquedas en Internet, consultas del pronóstico del clima y múltiples usos más. En un entorno con cada vez más dispositivos conectados a Internet, el smart speaker puede usarse como piedra angular para controlar el resto de sus equipos al interior de un hogar inteligente.

Acorde a especialistas en seguridad en redes, estos dispositivos incluyen extensiones desarrolladas por terceros pensadas para su interacción con otras plataformas, como Spotify o Netflix. A  continuación, revisaremos algunos inconvenientes de seguridad en algunos de los principales smart speakers disponibles en el mercado.

Google Home

Según el nivel de dependencia del usuario, Google puede acceder a múltiples detalles, como círculo social, agenda, pasatiempos y temas de interés, aunque esto no parece ser suficiente para ellos. Alphabet, empresa matriz de Google, obtiene más del 80% de sus ingresos por publicidad. La compañía genera miles de millones de dólares cada año sólo por vender la información de sus usuarios a miles de anunciantes, por lo que les resulta primordial encontrar formas cada vez más sofisticadas de recolectar información. Una de estas formas es a través del smart speaker.

Home, el smart speaker de Google, simplifica enormemente las búsquedas en Internet, lo que significa que acumula cada vez más información sobre el usuario. Una vez que el smart speaker es activado (diciendo en voz clara ‘Hola Google’) comienza a registrar cualquier cosa que diga el usuario en la base de datos de Google. Por si fuera poco, las extensiones de terceros instaladas en el altavoz recolectan aún más información.

Amazon Echo

Los ingresos de Amazon dependen en menor medida de la publicidad, pero la información de sus usuarios resulta útil a la empresa para saber cómo orientar la publicidad. Amazon Echo presenta casi exactamente los mismos problemas de seguridad que Google Home. Cada interacción con Echo queda registrada para siempre en las bases de datos de Amazon. Sin embargo, expertos en seguridad en redes consideran que la empresa de Jeff Bezos fue un paso más allá, anunciando que próximamente Echo será utilizado para entregar anuncios a los usuarios.  

Apple HomePod

Finalmente nos encontramos con Apple HomePod. Este es un micrófono conectado a Internet capaz de volver anónima cualquier interacción. HomePod no vincula las consultas que realiza con la cuenta de Apple del usuario, además, eventualmente cualquier registro de interacciones es eliminado por Apple. HomePod no incluye extensiones desarrolladas por terceros, por lo que podemos considerarlo un dispositivo mucho menos invasivo, aunque con mayores medidas de seguridad y privacidad que sus contrapartes desarrolladas por Amazon y Google.

La mayoría de estos dispositivos generan serios inconvenientes de seguridad en línea, pues requieren de un uso demasiado invasivo para aprender del ambiente donde están operando. La decisión final es del usuario: ¿Usar uno de estos dispositivos sin importar cuánto puedan aprender sobre nosotros, o limitar su uso a favor de nuestra privacidad?