“Romance” entre un sacerdote y un hacker resultó en el robo de millones de dólares en donaciones

Cualquier usuario puede ser víctima de extorsión en línea, tal como ha pasado con este sacerdote brasileño. Acorde a un reciente reporte, después de una investigación las autoridades de Goiás, Brasil, determinaron que el padre Robson Oliveira desvió una cantidad millonaria de la Asociación de Hijos del Padre Eterno. Al parecer parte del dinero fue invertido para cumplir con las exigencias de un chantajista que conocía algunos oscuros secretos sobre el padre Oliveira.  

Este no fue un incidente menor, tomando en cuenta la cantidad de miembros de las fuerzas del orden que participaron en la llamada “Operación Mercaderes”, compuesta por un total de 16 órdenes de allanamiento realizadas por 20 fiscales, 50 funcionarios públicos y 68 agentes locales y federales. Se menciona que el padre Oliveira desvió más de 120 millones de reales brasileños (alrededor de 23.3 millones de dólares).

Lo interesante es que parte del dinero desviado (unos 600 mil dólares) fue usado para comprar el silencio de algunos hackers, entre ellos el joven Welton Nunes Junior, de quien se menciona sostuvo una relación sentimental con el sacerdote de 46 años. Los expertos incluso mencionan que la investigación fue posible gracias a este chantaje, pues las autoridades detectaron algunos correos electrónicos en los que un grupo de individuos exigen dinero al padre a cambio de no revelar sus secretos.

Sobre cómo es que estos individuos conocían tanto sobre el sacerdote, los expertos mencionan dos de estos hackers accedieron al teléfono móvil y a la computadora personal de Oliveira empleando el seudónimo de “Detective Miami”. Con esta identidad falsa los hackers contactaron al padre pidiendo dos millones de reales brasileños para no revelar su información personal, en la que se incluían algunos detalles de su supuesta relación con Welton Nunes.

Después de una primera investigación infructífera, Oliveira comenzó a transferir dinero a los hackers, que continuaron con sus amenazas de revelar información comprometedora y aunque todo siguió de forma normal por algún tiempo, eventualmente las millonarias arcas de la asociación religiosa fueron sometidas a escrutinio de las autoridades en Brasil.

Finalmente, las autoridades de Brasil determinaron que Oliveira desvió enormes recursos procedentes de donaciones, asociaciones públicas y colectas para invertir en sus negocios personales (compra de inmuebles, ganado, propiedades rurales, entre otros). El sacerdote ahora enfrenta cargos por delitos como malversación, lavado de dinero, falsificación de documentos, evasión fiscal y asociación delictiva.