¿Cómo y por qué China está hackeando al Papa, al Vaticano y a millones de católicos?

Los responsables de la seguridad informática en el Vaticano están trabajando horas extras. Especialistas en borrado seguro de archivos reportan que un grupo de hackers presuntamente respaldados por el Partido Comunista Chino han emprendido una nueva campaña de hacking con la intención de comprometer los servidores de correo electrónico del Vaticano con propósitos de espionaje. Esta campaña se presenta en un momento delicado en las relaciones entre China y la iglesia católica.

El grupo de hacking, identificado como RedDelta, comenzó sus primeros ataques contra el Vaticano en mayo pasado, aunque interrumpieron sus actividades después de que se les mencionara en algunos informes de inteligencia publicados por la firma americana Recorded Future. Los informes más recientes indican que se han detectado nuevos ataques, aunque esta vez los hackers también están atacando a la Diócesis Católica de Hong Kong.

RedDelta cuenta con avanzadas técnicas empleadas para atender las prioridades del gobierno chino, entre las cuales se encuentra la estricta vigilancia de los grupos que ejercen el catolicismo al interior de China, lo que implica el espionaje, phishing y campañas de hacking, mencionan expertos en borrado seguro de archivos. Cabe recordar que el Vaticano y China están en proceso de renovar un acuerdo por el que las autoridades católicas podrán nombrar obispos en el gigante asiático.   

Después de la ruptura de relaciones diplomáticas entre China y el Vaticano ocurrida en 1951 el Partido Comunista se mostraba reacio a alcanzar acuerdos con la iglesia. Por ello, esta es una muestra de capacidad diplomática, considerando que el gobierno de Xi Jinping ha emprendido feroces políticas de represión contra los grupos étnicos minoritarios en China, incluyendo a los creyentes; la demolición de templos y el arresto de sacerdotes son muestra clara de la postura del Partido Comunista sobre el catolicismo.

Un portavoz del Vaticano expresó la intención de ambas partes por extender el acuerdo, que vence en octubre, aunque hay serios impedimentos. Gracias a las recientes filtraciones, expertos en borrado seguro de archivos pudieron saber que una de las condiciones de China es que el Vaticano corte cualquier relación con Taiwán.

Al respecto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China ha desmentido en repetidas ocasiones su relación con esta supuesta campaña de hacking, calificando estos informes como “simple especulación”. Por su parte, los investigadores sostienen su versión y afirman que RedDelta seguirá al ataque, aunque de forma más discreta puesto que sus recientes acciones han atraído atención indeseada.