El cibercrimen sigue recibiendo severos golpes. Hitesh Madhubhai Patel, originario de India, acaba de declarase culpable de haber participado en una operación fraudulenta que involucra una red de call centers en India. Acorde a especialistas en forense digital, los responsables de esta operación, en complicidad con algunos ciudadanos norteamericanos, estafaron a millones de personas entre 2013 y 2016.
Patel fue extraditado a EU hace casi un año, desde entonces aguarda para conocer su sentencia. En la acusación, presentada por el Departamento de Justicia (DOJ) de E.U., se señala al ciudadano indio y a otros 60 individuos de crímenes como conspiración para cometer fraude, fraude electrónico y lavado de dinero.
Los especialistas en forense digital mencionan que Patel y sus cómplices desarrollaron un esquema en el que los empleados en los call centers de India se hacían pasar por funcionarios de migración y servicios fiscales de E.U. Al contactar a las víctimas, los defraudadores exigían el pago de supuestos honorarios por servicios gubernamentales; en caso de no pagar, las víctimas eran acosadas vía telefónica, además de que recibían amenazas de arresto, multas o deportación.
Según sus declaraciones en la corte, el acusado reconoció haber planeado y financiado las operaciones de estos call centers, principalmente del negocio llamado HGLOBAL. Además, Patel admitió que intercambiaba nombres de las víctimas, números de cuenta, números de tarjeta, guiones utilizados durante las llamadas y otros datos con el resto de los involucrados, principalmente vía email y WhatsApp.
Los expertos en forense digital aseguran que los atacantes estudiaron a fondo los métodos utilizados en esta clase de estafas, por lo que lograron desarrollar un guión creíble y amenazante, recolectando información de agencias fiscales en países como Australia, Canadá y Estados Unidos.
Patel fue localizado y arrestado en Singapur en abril de 2019. Después de un proceso legal de más de ocho meses, Patel finalmente se declaró culpable de fraude electrónico, conspiración para cometer fraude de identidad, fraude de acceso a dispositivos electrónicos, lavado de dinero y suplantación de un empleado federal.
Especialistas consultados por el Instituto Internacional de Seguridad Cibernética (IICS) mencionan que la sentencia que puede recibir el acusado es de entre 10 y 20 años de prisión por fraude electrónico, además de cinco años por conspiración, sin olvidar la imposición de una multa de hasta 250 mil dólares o, en su defecto, un pago de el doble del dinero generado por sus actividades ilícitas.
Trabajando como arquitecto de soluciones de ciberseguridad, Alisa se enfoca en la protección de datos y la seguridad de datos empresariales. Antes de unirse a nosotros, ocupó varios puestos de investigador de ciberseguridad dentro de una variedad de empresas de seguridad cibernética. También tiene experiencia en diferentes industrias como finanzas, salud médica y reconocimiento facial.
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