En una decisión sorpresiva, Facebook anunció que cerrará su sistema de reconocimiento facial, además de eliminar los registros biométricos de más de mil millones de usuarios como una medida para fortalecer la experiencia de privacidad en términos generales. En su blog, el vicepresidente de inteligencia artificial de Meta (la nueva empresa matriz de Facebook) Jerome Pesenti, mencionó: “Este es uno de los mayores cambios en el uso de reconocimiento facial en la historia de la tecnología”.
Este es parte de los cambios radicales que Meta estará implementando en el futuro inmediato en su intento por mantenerse como una de las principales compañías tecnológicas del mundo, ya que planean enfocar sus más grandes esfuerzos en el desarrollo de su anticipado “metaverso“.
Aunque la compañía no agregó más detalles sobre la forma en que eliminará estos registros, asegura que el proceso ya ha iniciado. Esta decisión se presenta en un momento crítico para la compañía, ya que recientemente la ex ejecutiva Frances Haugen presentó informes detallados de la forma en que Facebook influye en sus usuarios y las pocas medidas que el gigante de las redes sociales toma al respecto.
Durante los últimos años Facebook ha reducido su uso de tecnología de reconocimiento facial; en 2019, la compañía eliminó el reconocimiento automático de rostros y las sugerencias de etiquetado en fotos y otras publicaciones después de recibir una demanda colectiva de ciudadanos en Illinois.
Esto no quiere decir que Meta dejará de buscar formas de identificar a los usuarios de sus plataformas. Según Pesenti, la compañía está en busca de un tipo de identificación más limitada y con fines de autenticación, por lo que se hace innecesario el almacenamiento de miles de millones de registros faciales.
El uso de registros faciales como método de autenticación ha sido objeto de críticas desde sus primeras etapas de implementación. Durante años, decenas de estudios han demostrado las fallas en estos sistemas, la mayoría derivadas por factores como el género, la edad o la raza de un usuario. Otra falla severa de esta tecnología es que su uso requiere el almacenamiento de un registro facial, los cuales en muchas ocasiones son recolectados sin consentimiento expreso del usuario, lo que crea un nuevo problema de privacidad en lugar de prevenir las fugas y robo de datos.
Aún está por verse qué medidas implementa Meta en sus plataformas sociales, aunque los constantes escándalos de privacidad en Facebook o Instagram hacen que la plataforma tenga que pensarlo dos veces antes de tomar decisiones sin consentimiento de los usuarios.
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Trabajando como arquitecto de soluciones de ciberseguridad, Alisa se enfoca en la protección de datos y la seguridad de datos empresariales. Antes de unirse a nosotros, ocupó varios puestos de investigador de ciberseguridad dentro de una variedad de empresas de seguridad cibernética. También tiene experiencia en diferentes industrias como finanzas, salud médica y reconocimiento facial.
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