Por décadas las potencias mundiales han disputado la supremacía en distintos aspectos, un claro ejemplo son las tecnologías. Especialistas en ciberseguridad mencionan que China lleva al menos un par de años sobrepasando los logros de E.U. en el campo de la tecnología y aplicaciones impulsadas por inteligencia artificial.
Esto no ha pasado desapercibido para los investigadores en territorio americano, por lo que ya se alista una estrategia para frenar el desarrollo de la inteligencia artificial en China. Este plan involucra la prohibición de la venta de tecnología desarrollada o fabricada en E.U. a algunas compañías con sede en el gigante asiático; además, el gobierno americano justificaría esta nueva medida como parte de una campaña en contra del abuso del gobierno chino contra las minorías étnicas musulmanas.
Acorde a los especialistas en ciberseguridad, entre las compañías involucradas en esta nueva prohibición se encuentran destacadas desarrolladoras de esta clase de tecnología, como:
- Megvii: Compañía desarrolladora de software de reconocimiento de imágenes, considerada por muchos como la compañía emergente más valiosa del mundo
- iFlytek: Empresa tecnológica especializada en el reconocimiento de voz
- Hikvision: Fabricante de sistemas CCTV con presencia mundial
- SenseTime: Desarrolladores de inteligencia artificial aplicada a sistemas de ciudad inteligente, educación y movilidad
- Yitu: Compañía desarrolladora de dispositivos de visión artificial y reconocimiento de voz
Del mismo modo que compañías como Huawei y ZTE, estas organizaciones, entre otras, enfrentan duras sanciones impuestas por la administración de Donald Trump. En este caso, las compañías mencionadas dependen en gran medida del desarrollo técnico disponible en E.U. y las investigaciones realizadas en territorio americano. Un ejemplo es la firma SenseTime, que ha formado alianzas con organizaciones como el Instituto Tecnológico de Masachusetts (MIT) para investigaciones conjuntas. Otras empresas chinas, como Yitu, han colaborado con la Universidad de California para desarrollar algoritmos que ayuden para el diagnóstico de enfermedades.
Para los especialistas en ciberseguridad, está claro que E.U. pretende aprovechar su papel como líder mundial en semiconductores. Los CPU y GPU de grandes compañías como Nvidia e Intel, y los chips producidos por compañías menos populares, como ON Semiconductor y Ambarella, han jugado un papel fundamental en el desarrollo de la inteligencia artificial en China.
Además, acorde a reportes del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, sólo el 15% de los semiconductores empleados por las compañías chinas se fabrican en el país, lo que indica una clara dependencia a la tecnología de E.U. Al respecto, se ha reportado que los planes del gobierno chino en relación a la inteligencia artificial es reducir esa brecha tecnológica, por lo que para el 2025 China produciría el 40% de los semiconductores usados por sus compañías tecnológicas, según mencionan especialistas en ciberseguridad.
A pesar de que está claro que esta medida impactaría de inmediato el desarrollo de la inteligencia artificial en China, especialistas del Instituto Internacional de Seguridad Cibernética (IICS) consideran que la posición dominante de E.U. en el desarrollo y fabricación de semiconductores no es un factor invariable, por lo que E.U. también debería avanzar notablemente si es que en verdad desean liderar los avances relacionados con la inteligencia artificial, pues la brecha entre ambos países en este campo sigue siendo amplia.
Trabajando como arquitecto de soluciones de ciberseguridad, Alisa se enfoca en la protección de datos y la seguridad de datos empresariales. Antes de unirse a nosotros, ocupó varios puestos de investigador de ciberseguridad dentro de una variedad de empresas de seguridad cibernética. También tiene experiencia en diferentes industrias como finanzas, salud médica y reconocimiento facial.
Envía tips de noticias a info@noticiasseguridad.com o www.instagram.com/iicsorg/
También puedes encontrarnos en Telegram www.t.me/noticiasciberseguridad