Un ransomware ataca el circuito cerrado de cámaras de vídeo de la policía de Washington D.C.

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El ransomware es una ciberamenaza que nunca deja de ser actualidad. Cada uno tiene su forma particular de actuar (como GoldenEye, que ataca enviando currículums, o uno específico para SmartTVs), pero el resultado siempre es el mismo: pagar una suma de bitcoins por recuperar el dispositivo infectado. Además, el grado de actuación del ransomware parece estar escalando.

Los cibercriminales son cada vez más osados. Según se ha publicado en el Washington Post, al menos el 70% de los dispositivos de almacenamiento que recogen imágenes de cámaras de vigiliancia en Washington D.C. fueron infectadas con ransomware ocho días antes de la toma de posesión de Donald Trump, lo que obligó a los técnicos informáticos del cuerpo de seguridad a reconfigurarlo todo para intentar sacudírselo de encima.

Al parecer, se habrían encontrado dos tipos de ransomware en las cámaras de vídeo. El ataque a las cámaras de Washington D.C. parece ser una maniobra de extorsión que tenía unos objetivos muy claros, y que no afectó a investigaciones criminales según el medio.

Archana Vemulapalli, responsable de tecnología de la ciudad de Washington, dijo que la ciudad no pagó ningún rescate y resolvió el problema sacando los dispositivos de la red, elmininando todo el software y reiniciando el sistema en cada punto de grabación. Hay una investigación en marcha para encontrar de dónde vino el ataque, que no se extendió por las redes informáticas de la capital de Estados Unidos.

Distintas aurtoridades de la ciudad dijeron que el ransomware impidió la grabación de imágenes entre los días 12 y 15 de enero. El ciberataque afectó a 123 de 187 sistemas de captación de vídeo en un circuito cerrado de televisión, reservado para espacios públcos por toda la ciudad. De acuerdo con fuentes cercanas al Servicio Secreto consultadas por el medio, la seguridad del público o de sus protegidos nunca estuvo en riesgo.

Fuente:https://www.genbeta.com