Vínculos entre el gobierno chino y grandes compañías a nivel mundial se revelan debido a brecha de datos

Medios especializados afirman que se ha filtrado una base de datos que contiene los registros de más de dos millones de miembros del Partido Comunista Chino, incluyendo fechas de nacimiento, claves de identificación ciudadana e incluso origen étnico.

Este incidente se produce en el punto máximo de las tensiones políticas entre los gobiernos de Australia y China, lo que podría generar aún más problemas. El informe fue retomado por el periódico The Australian, que ha realizado exhaustivas investigaciones sobre los presuntos nexos entre algunos miembros del Partido Comunista y empresas de defensa, instituciones bancarias, compañías tecnológicas y farmacéuticas de todo el mundo que trabajan en la vacuna del coronavirus.

Los investigadores afirman que los políticos chinos cuentan con fuertes enlaces con firmas como Boeing, Volkswagen, Pfzer, AstraZeneca y HSBC.

El reporte menciona que la filtración consiste en 1.9 millones de registros de los miembros del Partido Comunista. Los investigadores de The Australian descubrieron que los empleados de al menos 10 consulados en Shangai trabajan como especialistas en asuntos gubernamentales y políticos especialmente enfocados en el contacto con las compañías privadas más importantes.

Los investigadores sostienen que el gobierno de China ha logrado infiltrarse en las embajadas de Australia, Reino Unido y Estados Unidos: “Creemos que este es el primer incidente de brecha de datos en su tipo”, mencionan los investigadores. Los datos fueron extraídos de un servidor de Shanghai debido a la intervención de grupos disidentes en China. Los expertos mencionan que no hay forma de que la información haya sido obtenida como producto de una campaña de espionaje, aunque más detalles podrían surgir a continuación.

Los lazos de Australia con China, su otrora principal socio comercial, comenzaron a desgastarse en 2018 cuando el gobierno australiano se convirtió en el primer país en prohibir que Huawei operara en su red 5G. Las cosas se pusieron aún peor después de que Canberra solicitara una investigación sobre los orígenes del coronavirus, detectado por primera vez en la localidad china de Wuhan.