Hackers robaron 2.3 millones de dólares de la campaña de Donald Trump

A través de un comunicado, el Partido Republicano de Wisconsin, E.U., confirmó que ha sido víctima de un ataque de phishing usando facturas manipuladas que generó una pérdida de más de 2 millones de dólares pensados para la campaña de reelección del presidente Donald Trump. El ataque habría ocurrido apenas hace unos días y fue descubierto el pasado 22 de octubre.

“El viernes 23 de octubre notificamos al FBI que, como resultado de este ciberataque, los hackers obtuvieron $2.3 millones de dólares a través de facturas manipuladas a nombre de nuestros proveedores”, se lee en el comunicado. Andrew Hitt, presidente del Partido Republicano de Wisconsin dice que los actores de amenazas podrían haber robado el dinero alterando facturas legítimas, aunque no se han aportado mayores detalles.

“Los atacantes emplearon un sofisticado ataque de phishing, robando fondos destinados a la reelección del presidente Trump; si bien se robó una gran suma de dinero, nuestras operaciones está funcionando con normalidad”, agregó Hitt.   

Kevin Epstein, vicepresidente de la firma de seguridad Proofpoint, cree que este es un ataque similar a las campañas de compromiso de email empresarial, muy populares contra compañías privadas: “Estos ataques emplean correos electrónicos altamente elaborados en los que solicitan transferencias urgentes a cuentas controladas por los cibercriminales”.   

Aunque el ataque se ha producido pocos días antes de la elección presidencial, los líderes del Partido Republicano descartan que los atacantes tengan motivaciones políticas: “No podemos especular sobre los fines específicos de los criminales, aunque la intención de obtener dinero fácil parece ser la única explicación detrás del ataque”, concluye Hitt.

El paso del tiempo ha sofisticado los métodos de los operadores de estas campañas. El Centro de Quejas de Delitos en Internet del FBI informa que durante 2019 se registraron más de 24 mil denuncias relacionadas con el compromiso de correo electrónico empresarial, generando pérdidas por hasta 1.7 mil millones de dólares. Los principales centros de operación de los criminales se encuentran en California, Florida, Texas y Nueva York.