¿Las baterías de nuestros teléfonos nos espían?

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La mayoría de las baterías en los teléfonos inteligentes son de igual manera inteligentes, lo suficiente como para recaudar información sobre la forma en la que las personas usan sus teléfonos para emplear mecanismos de ahorro de energía que resultan en un mayor rendimiento del teléfono. Estas ventajas podrían sonar muy bien, pero investigaciones de expertos en pruebas de penetración sugieren que las baterías inteligentes podrían ser utilizadas por hackers para aprender sobre los usuarios de telefonía móvil.

Un hack muy fácil

Los expertos en pruebas de penetración que se encargaron de la investigación señalaron que este ataque sería rápido de implementar y difícil de detectar. Sostienen que los propietarios de teléfonos inteligentes incluso pueden ayudar de manera involuntaria a que ocurran los hackeos mediante el uso de baterías potencialmente maliciosas.

Esto podría suceder en un escenario en el que un hacker, a través de una tienda en línea, atraiga a los usuarios con promesas de baterías de extra duración a precios bajos, envíe la batería al comprador y espere a que se instale en el teléfono para comenzar el rastreo.

Además, la batería podría ser capaz de realizar monitoreo continuo, dando a los hackers la oportunidad de ver casi todo lo que las víctimas hacen con sus teléfonos, ya sea que estén navegando por Internet, usando el teclado del teléfono o recibiendo llamadas.

Retos potenciales para los hackers

Aunque este hack es sin dudas peligroso una vez que la batería entra en el teléfono, los expertos en pruebas de penetración también exploraron los obstáculos que los hackers podrían encontrar en las etapas preliminares. Por ejemplo, deben ajustarse al dispositivo de procesamiento que recupera y envía los datos dentro de la batería; además, la batería no puede ser demasiado densa ni tener otras características que puedan llevar a que alguien crea que tiene piezas adicionales.

Dado que los teléfonos de hoy en día cuentan con baterías cada vez más delgadas y livianas, la posibilidad de que las personas sospechen que algo anda mal con las baterías antes de la instalación podría aumentar.

El proceso de extraer los datos de la batería también es un obstáculo para los hackers. Los investigadores dicen que aunque un transmisor fuera de banda con Wi-Fi pueda enviar datos a los atacantes, también sería notorio que la batería ha sido intervenida.