Los discos duros que se conectan mediante sistemas inalámbricos como WiFi o Bluetooth permiten disponer de almacenamiento extra, portátil y sin cables. Descubre cómo funcionan y para qué se usan.
Los usuarios continúan cambiando sus hábitos alejándose de los ordenadores tradicionales y acercándose más a los dispositivos móviles. Por eso mismo tener un disco duro que se pueda conectar por WiFi es una forma muy conveniente de almacenar fotos, vídeos y música para poder llevar encima.
Esto puede parecer una perogrullada, pero lo cierto es que conforme las cámaras de los teléfonos sigan subiendo su resolución la necesidad de espacio extra continuará aumentando. Los discos WiFi son la solución perfecta en un mundo donde un minuto de vídeo 4K ocupa más de una tercera parte de gigabyte, y si la calidad de las fotos sigue aumentando su tamaño no se va a quedar atrás.
Sin embargo hay que dejar algo claro: estos dispositivos son perfectos para personas que viajan mucho o para personas que utilicen mucho sus teléfonos para grabar vídeo, pero pueden no valer la pena para quienes pagan una suscripción en la nube. Estas personas podrían tener suficiente con, digamos, un disco duro de 128 GB y 3 TB de almacenamiento en Internet.
Los planes de almacenamiento en la nube pueden suplir los discos WiFi
¿Qué es y cómo funciona un disco duro WiFi?
Los discos duros externos tradicionales necesitan un puerto USB para conectarse al ordenador. Los discos duros que se conectan por WiFi o por Bluetooth, evidentemente, no necesitan de ningún cable, y permitirían cualquier tipo de dispositivo —móvil o no— acceder a los archivos almacenados en su interior.
Esto es particularmente útil a la hora de tratar con smartphones y tablets, que no tienen puertos USB como los ordenadores portátiles. Esto significa que a no ser que compres adaptadores realmente creativos y descargues aplicaciones de terceros que no están en las tiendas de aplicaciones principales, un disco duro externo no funcionará en la mayoría de teléfonos. Puede que pase con algunos dispositivos Android, pero estos terminales perderán mucha batería muy rápidamente alimentando al disco duro.
Los dispositivos móviles han cambiado la forma de usar discos duros externos
Los discos duros por WiFi o Bluetooth están alimentados por una batería, y emiten su propia señal de red de forma que cualquier dispositivo cercano se pueda conectar a él con una contraseña. Si la conexión se realiza a través del ordenador, entonces mostrará un explorador de archivos en el que ya podremos empezar a funcionar. Si lo conectamos a un dispositivo móvil entonces aparecerá una ventana que nos ayudará a configurar la conexión para transferir archivos.
En cuanto a la autonomía, esta puede variar dependiendo de lo que estés haciendo en ese momento, pero la mayoría de los fabricantes han establecido medias de seis horas a pleno rendimiento y 20 horas en espera. Aquí puedes ver uno de estos dispositivos en funcionamiento:
Ideas de uso de un disco duro inalámbrico
Vamos a intentar poner un poco de perspectiva. Cuando se presentó el iPhone 6s, analistas y periodistas cargaron contra la decisión de Apple de mantener una variante de 16 GB. Con la llegada de Live Photos y la grabación de vídeo 4K estaba claro que cualquiera que comprase el más barato no iba a tener espacio suficiente para almacenar vídeo en esa calidad o las dichosas Live Photos.
Sin embargo, con un disco duro WiFi o Bluetooth en tu mochila o bolsillo puedes descargar cualquier foto o vídeo que hayas tomado con el teléfono al dispositivo en minutos. Para quienes no quieran pagar un almacenamiento en la nube extendido es una gran opción, y funciona tan bien como un servidor multimedia independiente totalmente operativo.
Los mejores discos duros WiFi del mercado suelen venir con un buen número de capacidades destreaming incluidas que funcionan con smartphones, tablets, smart TVs y aparatos como Chromecast. Lo único que debes hacer es asociar la red del disco a la interfaz de tu dispositivo y podrás reproducirla donde quieras. Sin embargo, todo esto no es barato.
Estos discos duros también se pueden asociar a Smart TVsUn disco duro externo tradicional de 1 TB puede costar unos 52 euros, pero su equivalente en WiFi puede llegar a más de 100. Esto se debe a todas las partes extra que los fabricantes deben incuir en un disco duro WiFi o Bluetooth para que funcione, empezando por la batería y siguiendo por la correspondiente tarjeta inalámbrica.
¿Deberías comprarte un disco duro WiFi?
La decisión sobre comprar uno de estos discos, sin embargo, se facilita mucho en el momento en el que sabemos que una vez llegamos a casa podemos conectarlos al ordenador como si se tratase de un disco corriente. Cada disco duro WiFi que valga la pena tiene que poder ser capaz de emitir su propia red inalámbrica y al mismo tiempo ser capaz de conectarse de forma estándar, pongamos en un puerto USB 3.0. De esta forma podemos tener la comodidad de lo móvil y, al mismo tiempo, la funcionalidad tremendamente rápida de un USB 3.0.
Si lo que quieres es un dispositivo que te permita llevar tus archivos a todas partes sin tener que preocuparte de cables, y que al mismo tiempo te permita conectarlo al ordenador al llegar a casa, entonces no lo dudes y si puedes permitírtelo hazte con un disco WiFi o Bluetooth.
Entusiasta de la seguridad cibernética. Especialista en seguridad de la información, actualmente trabajando como especialista en infraestructura de riesgos e investigador.
Experiencia en procesos de riesgo y control, soporte de auditoría de seguridad, diseño y soporte de COB (continuidad del negocio), gestión de grupos de trabajo y estándares de seguridad de la información.
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