Parece que finalmente imperará la cordura en el país vecino, al menos es lo que ha confirmado su primer ministro. Manuel Valls ha salido al paso de las informaciones sobre una supuesta prohibición del uso de Tor y de las redes WiFi públicas y compartidas por temas de lucha antiterrorista para confirmar que no está dentro de la hoja de ruta y que no está a favor de ninguna de las dos medidas.
El pasado 7 de diciembre nos hacíamos eco de una informaciones sobre la propuesta de Ley que se quería aprobar en Francia a principios de año. En ella se incluía la prohibición de usar WiFi gratuito y compartido además de las comunicaciones dentro de la red Tor. El Gobierno estaría pensando aprobar estas medidas extraordinarias para controlar más las comunicaciones según un documento interno del Ministerio del Interior por parte del Departamento francés de libertades civiles y asuntos legales.
La lucha contra el terrorismo islámico era el argumento para recortar estas libertades. Concretamente, dentro de la propuesta de Estado de emergencia, se consideraría la posibilidad de usar redes públicas y compartidas, teniendo sus propietarios la obligación de desconectarlas al declararse este extremo. Para apoyar esta propuesta, se señala que la policía tiene dificultad para rastrear sospechosos cuando se conectan a redes públicas.
En segundo lugar, dentro de la propuesta para combatir el terrorismo, se apunta a la posibilidad de prohibir el acceso a la red Tor. Se sospecha que los terroristas podrían estar utilizándola para “esconderse” en Internet y evitar ser localizados. Además, se pediría a las operadoras las claves de cifrado utilizadas y no solo en el Estado de emergencia.
Manuel Valls dice NO
Hoy nos hemos levantado con las declaraciones del primer ministro francés, Manuel Valls, sobre el asunto. Ha confesado públicamente que la prohibición de usar Tor o conectarse a redes WiFi públicas durante el Estado de emergencia es algo que “no forma parte del curso de acción previsto”. Personalmente, declara que no está a favor de estas prohibiciones.
Pese a las supuestas exigencias del Ministerio de Interior francés, todo apunta a que la medida de supresión de estas libertades no saldrá adelante. Muchos expertos señalan el grave perjuicio económico para el país además del problema de seguridad que podría acarrear la prohibición de comunicaciones cifradas.
Fuente:https://www.adslzone.net/
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