Gobierno de E.U. usará tecnología antigua en sus redes eléctricas; nuevos desarrollos son hackeados con facilidad

Acorde a especialistas en auditorías de seguridad informática, el gobierno de E.U. ha tomado una medida sin precedentes para contrarrestar los ataques contra la infraestructura eléctrica del país. La administración de Donald Trump ha decidido implementar “tecnología retro” después de los recientes intentos de ciberataques, presuntamente originados desde Rusia. 

Los gobiernos de todo el mundo han entrado en una carrera contrarreloj para asegurar los sistemas de control industrial que administran la distribución de energía eléctrica. El principal inconveniente es que estos sistemas no fueron diseñados contemplando la variable de la ciberseguridad, pues no se pensó en la capacidad de conexión a Internet.

Los especialistas en auditorías de seguridad informática afirman que, aprovechándose de este factor, el gobierno de E.U. diseñó su nuevo enfoque de ciberseguridad de redes eléctricas: incorporando nuevas tecnologías y procedimientos actualizados, se implementarán técnicas análogas y manuales para aislar los sistemas de control crítico de las redes. De esta manera se mitigará de forma considerable el riesgo de ciberataques que generen cortes de energía masivos o fallos en el servicio.

“La labor de los hackers, incluso de aquellos actores de amenazas que cuentan con los métodos y herramientas más sofisticadas, se verá entorpecida por la necesidad de acceder a nuestra infraestructura de forma crítica, incrementando considerablemente la complejidad de un ciberataque”, menciona un comunicado de prensa del gobierno de EU.   

El Senado de E.U. acaba de aprobar la Ley de Aseguramiento de Infraestructura Energética. El proyecto fue originalmente presentado en 2016 por los senadores Angus King, senador independiente por el estado de Maine, y Jim Risch, del partido Republicano de Idaho. 

Expertos en auditorías de seguridad informática del Instituto Internacional de Seguridad Cibernética (IICS) afirman que los ciberataques contra la infraestructura eléctrica de diversos países han incrementado de forma desmedida recientemente. Tal vez el caso más conocido sea el incidente provocado por las agencias de inteligencia rusas en las redes eléctricas de Ucrania, en el que se inyectó un malware capaz de paralizar el suministro de energía eléctrica a múltiples zonas del país.