Chromecast es uno de los dispositivos de mayor éxito de Google que nos permite, por menos de 40 euros, convertir cualquier televisor en toda una SmartTV a la que poder enviar audio, vídeo y fotografías desde cualquier smartphone, tablet u ordenador configurado adecuadamente a través de nuestra red Wi-Fi, sin cables.
Mientras que, por lo general, este dispositivo está pensado para un uso privado, si tanto nosotros como el dispositivo estamos conectados a una red Wi-Fi compartida con otras personas, cualquiera podrá ver en la lista nuestro Chromecast y conectarse a él para enviarle contenido, incluso haciendo que, si ya estamos nosotros viendo algo, detenga nuestra emisión para forzar la reproducirse su vídeo.
Por defecto, no podemos tener un control sobre los usuarios que pueden o no pueden conectarse a un Chromecast si estamos conectados en una red pública o compartida. Sin embargo, sí que podemos recurrir a un pequeño truco para evitar que, en este tipo de redes, solo nosotros podamos enviar contenido a él: Aislarlo en una red privada.
Cómo aislar un Chromecast en una red privada para evitar que otros lo hackeen y nos roben el control
Como hemos dicho, para poder utilizar un dispositivo Chromecast con seguridad en redes públicas debemos crear nosotros mismos una red privada y conectar el dispositivo a ella. Existen muchos programas desarrollados para este fin, aunque uno de los más conocidos y sencillos de utilizar es Connectify Hotspot.
Este programa nos permitirá crear un punto de acceso Wi-Fi en nuestro ordenador que, aunque comparte la conexión con nuestra red primaria, todos los dispositivos conectados a ella serán privados y estarán aislados del resto de dispositivos conectados a redes compartidas.
Una vez configurado el programa, lo único que debemos hacer es conectar tanto nuestro Chromecast como nuestro smartphone (o fuente desde la que vamos a transmitir un vídeo) a la nueva red que hemos creado. Debemos tener en cuenta que, gracias a este programa, aunque estamos creando una red Wi-Fi privada y aislada de la principal, la velocidad de conexión sigue siendo la misma que la de la red original, por lo que, a pesar de estar conectados a nuestra nueva red privada, en ningún momento quedaremos aislados y podremos, por ejemplo, seguir haciendo cast al Chromecast de vídeos de YouTube.
De esta manera, evitaremos que otros usuarios conectados a nuestra red compartida puedan conectarse a nuestro Chromecast, manteniéndolo así en privado y pudiendo disfrutar al máximo de él.
Fuente: https://www.redeszone.net
Entusiasta de la seguridad cibernética. Especialista en seguridad de la información, actualmente trabajando como especialista en infraestructura de riesgos e investigador.
Experiencia en procesos de riesgo y control, soporte de auditoría de seguridad, diseño y soporte de COB (continuidad del negocio), gestión de grupos de trabajo y estándares de seguridad de la información.
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